miércoles, 4 de julio de 2007

Haz tú mismo una pérgola

La mejor manera de dotar de elegancia a nuestro porche o jardín es mediante la instalación de una pérgola. Se trata de una opción perfecta para pasar el día al aire libre, en tu propia casa y sin tener que sufrir las inclemencias del tiempo. Esto se debe a las múltiples posibilidades que te ofrece este tipo de "mueble de exterior", tanto en decoración como en confort. Normalmente está hecho de madera, en forma de armazón, que puede hacer las veces de porche o bien de un cobertizo con mucho estilo.

Lo más habitual es recurrir a motivos vegetales para la ornamentación del cenador, a través de enredaderas, canastas colgantes y otras plantas trepadoras. Pero, si el cuidado de estas especies vegetales no entra dentro de tus planes, también puedes utilizar para cubrir el techo rollos de brezo o cañizo. Además, aconsejamos realizar una pequeña instalación eléctrica que te permitirá disfrutar de tu pérgola por la noche y le dará una mayor calidez.

Diversas opciones
Existen pérgolas simples, cubiertas, para pequeños rincones o terrazas, o bien dobles o triples para jardines de grandes dimensiones. Y además del aspecto natural de la madera (en pino, arce, etc; maciza o laminada), también se pueden adquirir modelos lacados en colores muy diversos.

Respecto al estilo de las pérgolas, las hay con clásicas, recargadas o sobrias, así como otras opciones más atrevidas. Por ejemplo, en el caso de jardines con plantas exóticas, podrás decantarte por las pérgolas tropicales, en forma circular, que se cubren con el típico techado de hoja seca de palmera u otros materiales similares. Normalmente tienen forma de cabaña y son muy típicas en los jardines que disponen también de piscina, lo que le da al exterior un toque muy veraniego

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